APARATO DIGESTIVO

Salud Natural en Línea

La alimentación de los bebés

La obligación más sagrada de una madre es amamantar a sus hijos hasta que aparezcan los dientes del infante. Los alimentos industriales, la leche de vaca, las harinas, huevos, caldos y jugos de carne constituyen alimentos inadecuados para el débil estómago e intestino del niño, lo que ocasiona y mantiene putrefacciones intestinales con excrementos de olores malsanos y tan ácidos e irritantes que son causa de las frecuentes rozaduras de los bebés.

Esta afección tan común no debe sofocarse con pomadas ni polvos, sino mejorando el proceso digestivo con leche materna o de nodriza y combatiendo la fiebre interna del vientre con cataplasma de lodo. Sólo se aplicarán emplastos de lodo sobre las rozaduras. Si no hay posibilidad de leche materna, se buscará nodriza y, en última instancia, se suplirá ésta con yogurt, lechadas de almendras dulces o nueces peladas sin azúcar, con miel de abeja algo aguada o con jugos de frutas de la estación.

La madre que carece de leche debe procurar normalizar su digestión, comiendo frutas crudas y ensaladas con huevo duro picado finito, nueces peladas o avellanas. Además debe combatir la fiebre interna con baños genitales, frotación de agua fría todos los días al despertar y cataplasma de lodo en el vientre en la noche. Durante el primer año de vida, el único alimento del niño será el pecho materno o de una nodriza.

Si esto no es posible se procede como anotamos arriba.' Cuando el niño ya tiene dientes y ha dejado el pecho, los alimentos más indicados son las frutas frescas o secas y las semillas de árboles como nueces y almendras, lo mismo que ensaladas, purés de papas y hortalizas con queso fresco o panela. Nada de leche
de vaca, pues envenena con el ácido láctico que se desarrolla en la fermentación intestinal tanto del niño como del adulto. Finalmente, cereales, miel de abeja y pan integral.

Puedo asegurar que todas las enfermedades que afectan a los niños, son consecuencia de malas digestiones derivadas de alimentación inadecuada. Nunca se debe obligar a un niño a comer, pues la inapetencia es una defensa orgánica que revela fiebre interna. Si no hay hambre, sólo puede comerse fruta cruda, debiendo aplicar compresa abdominal o mejor cataplasma de lodo sobre el vientre para dormir hasta que vuelva la normalidad digestiva.

Tratamiento: Para evitar la putrefacción del intestino en caso de alimentación artificial, se debe mantener a la criatura día y noche e indefinidamente con fajado de lodo alrededor del tronco, renovándolo cada 6 horas. Al retirar la envoltura se aplica frotación de agua fría en todo el cuerpo, cuidando la reacción y dejamos descansar una hora por lo menos, para volver a poner el lodo nuevamente.

Consecuencias de los errores en la alimentación de los adultos

Acumulación de ácido úrico: Esta sustancia tóxica se acumula en el organismo de los adultos por exceso de albúminas provenientes, por lo general, de carnes, pescado, queso, huevos, legumbres secas, cacao, etcétera. El alcohol, lo mismo que el té y el café en exceso, conducen a esta misma acumulación.

El ácido úrico produce arterosclerosis, angina de pecho, apoplejía, enfermedades de los riñones, del hígado y la vejiga, formando cálculos en ellos, dolores de cabeza, reumatismo, gota y artritis. El mejor antídoto contra esta dolencia es la alimentación vegetariana y tomando mi Lavado de la Sangre a diario, incluso se puede abusar de la buena mesa. Recomiendo desayuno de frutas ácidas, especialmente naranjas, fresas, frutillas y limón. En todo caso, aconsejo seguir con constancia e indefinidamente mi Régimen de Salud.

Anemia

La anemia es la debilidad vital provocada por la desnutrición y envenenamiento crónico a causa de malas digestiones y deficiente eliminación por la piel. Esta dolencia es común en las ciudades, especialmente en las niñas que están en el período de su desarrollo.

La causa común de la anemia no es la falta de sangre, sino su mala composición por desarreglos digestivos crónicos, alimentos inadecuados y vida antinatural con falta de ejercicio. Por eso es común entre mineros y trabajadores sometidos a condiciones de trabajo en lugares mal ventilados y sin luz. También puede producirse por pérdida de sangre en una hemorragia, pero en este caso es temporal, pues el organismo pronto se recupera.

Además, existen muchas substancias que, al entrar en el cuerpo, destruyen elementos importantes de la sangre. Este es el caso del mercurio, el plomo, el arsénico, el zinc, etcétera. Los síntomas principales de la anemia son: color pálido o amarillento, interior de los párpados sin color rojo al igual que los labios y las mucosas de la boca, pies y manos fríos, falta de apetito, frecuentes dolores de cabeza, pérdida de memoria y de la voluntad, desmayos perturbaciones de la vista, etcétera.

Tratamiento: Hay que regularizar la digestión gravemente alterada en estos enfermos y refrescar el interior del vientre. Dieta vitalizadora y purificadera con ensaladas, frutas sin mondar y semillas como nueces, avellanas o almendras. Caldos de cereales hechos con una cucharada de trigo, otra de maíz, una de cebada y otra de avena en un litro de agua, lo que debe hervir hasta reducirse a la mitad.

Respirar aire puro, durmiendo con ventana abierta aun en invierno, ejercicio al aire libre, ascensión de cerros sin llegar al agotamiento. Baños de aire frío en la mañana y antes de acostarse son un tónico insustituible. Frotaciones de agua fría al despertar, volver a la cama por una hora sin secarse. Antes de la frotación conviene ortigar la piel para mejorar la respuesta.

En el verano, antes del almuerzo, baño de sol cubriendo el cuerpo con una cobija blanca de lana, empezar por las piernas y con la cabeza en la sombra. En la tarde, chorro de agua fría o de pitón diario, calentando el cuerpo antes y después de la aplicación o bien uno o dos baños genitales de 15 a 20 minutos. Lavado de la Sangre diario o cada dos días.

Los tónicos a base de hierro que suelen prescribirse debido a que la anemia implica falta de éste en la sangre, perjudican al organismo al introducir en él productos inservibles. Los minerales sólo pueden ser asimilados cuando tienen la vitalidad del vegetal. Kniepp decía: "Más hierro asimilable hay en una hoja de espinaca que en el mejor preparado ferruginoso de botica." Todos los vegetales crudos contienen hierro, especialmente las espinacas, lechugas, alcachofas, tallos, manzanas, frutillas y frutas en general.

Falta de apetito

El concepto "hambre" corresponde propiamente a la necesidad fisiológica y "apetito" al falso concepto de esa necesidad. La inapetencia siempre revela calentura o fiebre interna y, es mediante la repulsión de los alimentos, que el organismo procura evitar las comidas que, en lugar de nutrir, causan putrefacciones intestinales que intoxican. Cuando no hay hambre se debe comer sólo frutas o ensaladas crudas.

Tratamiento: Combatir la fiebre interna y activar la piel con lodo en el vientre al menos durante la noche, lo cual es el mejor aperitivo para los niños. Los adultos se librarán de la inapetencia siguiendo mi Régimen de Salud.

Estómago

Funciones y dolencias: Toda anormalidad orgánica, cualquiera que sea su nombre o manifestación, se inicia y mantiene por malas digestiones, y éstas siempre son efecto del calor anormal en el estómago e intestinos, calentura o fiebre interna, constituida por irritación de sus mucosas. Cualquiera que sea el órgano afectado por la enfermedad, la ofensiva siempre arranca de la zona digestiva.

Es por esto que todo enfermo debe normalizar su digestión como base indispensable del restablecimiento integral de su salud. Hemos visto que la nutrición normal es la base de la salud. El cuerpo se nutre por tres vías: pulmonar, estomacal y cutánea. La nutrición pulmonar tiene por objeto absorber oxígeno y otros elementos de la atmósfera y exige respirar siempre aire puro llenando los pulmones, lo cual se logra al hacer ejercicio físico, especialmente en el ascenso de cerros o montañas.

La nutrición cutánea se realiza exponiendo la piel a! aire libre, para lo cual debemos practicar los baños de aire frío, de luz y de sol. En todo caso, la ropa debe permitir la libre ventilación de la piel, de modo que no debe ajustarse al cuerpo ni cerrar las entradas en cuello, brazos y piernas.

El estómago y los intestinos realizan la nutrición por medio de la digestión. En ésta intervienen principalmente cinco órganos: la boca, el estómago, los intestinos,, el hígado y el páncreas. La primera parte del proceso se realiza en la boca por medio de la masticación, triturando y reduciendo a papilla los sólidos, ensalivándolos para transformar las féculas y almidones por la acción química de la saliva, en azúcar o glucosa.

Puede decirse que la mitad de la digestión se realiza en la boca, de modo que buena parte de los trastornos digestivos tienen su origen en una masticación y ensaliváción deficientes. Una vez en el estómago, los alimentos sufren su segundo procesamiento por medio de los jugos gástricos segregados por innumerables glándulas de la mucosa estomacal, cuya producción es favorecida por una masticación reposada. Es un error pensar que la digestión se realiza en el estómago, pues el principal acto de ésta se efectúa en el intestino delgado.

Sin embargo, no puede haber una falla en el proceso que no comprometa a todas sus partes, así que no es posible tener un estómago sano y un intestino enfermo o viceversa. A pesar de que el estómago y los intestinos son muy resistentes, el noventa y cinco por ciento de los habitantes de las ciudades padece de ellos debido al régimen antinatural de alimentación y de abrigo.

No es cierto que signifique disfrutar de una digestión normal cuando no se sienten trastornos digestivos aunque se coma lo más indigesto. Los estados de enfermedad indolora en bastantes ocasiones son mucho más peligrosos que cuando hay manifestaciones agudas.

Debemos atender a la máxima que dice: "Dime qué comes y te diré cómo está tu estómago", pues su funcionamiento normal supone una alimentación adecuada y, por ejemplo, un indicio seguro de afección del estómago es la intolerancia de frutas y ensaladas crudas. Como la digestión elabora la sangre y ésta realiza el cambio orgánico, reemplazando lo gastado con material nuevo y sano; no es posible obtener ninguna verdadera curación sin mejorar y normalizar previamente la digestión.

Es por esto que la alimentación natural a base de frutas crudas, semillas de árboles y ensaladas realiza por sí sola la terapia más racional. Al normalizar la digestión se purifica la sangre enriqueciéndola con elementos vitalizados, que realizarán el cambio orgánico con expulsión de humores y tejidos enfermos, que serán reemplazados por material sano.

Las dolencias del estómago son tan variadas que, en sus diferentes grados, van desde simples y pequeños disturbios hasta llegar a la degeneración y destrucción de los tejidos. Independientemente de esto, puede decirse que la causa de todos los males del estómago tiene un origen común: la vida desordenada y, especialmente, los enormes errores en la alimentación desde que se deja el pecho materno.

Generalmente los primeros disturbios del estómago son los más molestos, aunque los menos graves también, pues mucho tiempo antes de que el enfermo se de cuenta, puede tener la llamada diabetes, cálculos biliares o renales, úlceras y tumores. Como lo refleja el iris de los ojos, toda afección estomacal es de naturaleza inflamatoria y congestiva, vale decir, febril. De aquí que el tratamiento básico es uniforme: descongestionar las entrañas.

Para ello es preciso el Equilibrio Térmico, refrescando el interior del vientre y afiebrando la piel. Además, el régimen alimenticio de frutas y ensaladas crudas purifica y vitaliza la sangre. Las hierbas como el ajenjo, la infusión de toronjil cuyano, salvia, menta, etcétera, estimulan o calman los síntomas de desarreglos estomacales. Pero no olvidemos que la salud es cuestión de temperatura y no de remedios. Veamos ahora las principales dolencias del estómago.

Dilatación del estómago

Esta dolencia se produce por congestión e inflamación crónica de los tejidos y paredes de este órgano. Implica fiebre interna y, por lo tanto, desaparece congestionando la piel y refrescando el interior del vientre.

Tratamiento: Desayuno y cena solamente de frutas o ensaladas crudas. Estas últimas pueden acompañarse con un pedacito de pan tostado, si se desea. Comida del medio día libre, si hay hambre, procurando la completa ensalivación y la calmada deglución de los alimentos. Comer con calma y reposadamente.

Además de frotación fría todos los días al despertar, diariamente se tomarán dos baños genitales y el Lavado de la Sangre. Cataplasma de lodo sobre el vientre durante toda la noche y después de la comida, a lo menos durante una hora. Seguir con perseverancia el Régimen de Salud.

Catarro agudo del estómago (gastritis, indigestión, empacho)

El iris revela inflamación .y congestión a causa de una plétora sanguínea que impide la buena circulación de la sangre en la piel y las extremidades del sujeto. Esto suele ser causado por alimentos indigestos como carnes, pescado, quesos viejos, alcohol, café, vinagre, condimentos, dulces y alimentos alterados. Las drogas también pueden ocasionar catarro estomacal, lo mismo que los alimentos mal masticados o comidos de prisa.

Igualmente peligrosos son los helados o los manjares muy calientes. Estas dolencias se caracterizan por falta de apetito, mal aliento, pesadez o dolor del estómago, vómitos, cólicos, mareos, diarreas, excrementos fétidos, dolor de cabeza, etcétera. Siempre hay calentura interna.

Tratamiento: Ante todo hay que refrescar los tejidos inflamados del interior del vientre, para lo cual la cataplasma de lodo es el recurso ideal. Además, es preciso liberar al organismo de las impurezas producidas por las putrefacciones intestinales, practicando un día ayuno a base de agua pura que se tomará continuamente y en pequeñas cantidades. Las infusiones de ajenjo, salvia, menta y manzanilla también ayudan a limpiar las mucosas del estómago.

Mientras haya inapetencia evitar ingerir alimentos y cuando el hambre sobrevenga, al principio sólo se comerán frutas crudas o ensaladas que se masticarán muy bien. Las hortalizas tiernas, como zanahorias, coliflores, etcétera, convienen a los enfermos que padecen de estreñimiento.

Para derivar las materias morbosas y combatir la calentura interna en los adultos conviene el baño genital dos o tres veces al día durante 20 o 30 minutos. Para los niños, baño de asiento. Dormir con cataplasma de lodo sobre vientre y riñones. De ser posible, Lavado de la Sangre diariamente. Seguir el Régimen de Salud.

Catarro crónico del estómago

Surge de continuos desarreglos digestivos cuyas causas son similares a las del catarro agudo pero que actúan en forma permanente. Quienes sufren de este mal tienen la piel inactiva y frío en las extremidades. Además, lengua sucia, mal sabor de boca al despertar, eructos, gases, mal aliento, sensación de pesadez estomacal, falta de apetito, o exageración del mismo. Debido a la consiguiente impureza de la sangre los nervios están irritados y excitados, hay gases, dolores de cabeza, falta de tono, etcétera, siguiendo con el tiempo nuevas complicaciones si no se atiende el mal.

Tratamiento: El tratamiento racional de esta afección impone equilibrar las temperaturas del cuerpo mediante la práctica indefinida del Lavado de la Sangre cada día. Se evitarán las bebidas heladas y las comidas muy calientes, observando dieta vegetariana con frutas y ensaladas, todo muy bien masticado y ensalivado. Una hora antes del desayuno es muy conveniente tomar el jugo de un limón, por espacio de ocho a diez días cada mes.

Ejemplo de menú:

Desayuno - Alguna fruta de la estación, prefiriendo las ácidas como uvas, manzanas, naranjas, guindas o cerezas, nísperos, etcétera. Si vuelve a dar hambre se repetirá la misma fruta. Comida - Ensalada de lechuga, sopa de verduras o cereales y hortalizas tiernas con panela, jocoque o queso fresco. No mezclar papas con pan o granos. Poco pan y mejor tostado o integral.

Cena - Ensaladas con nueces o aceitunas, poco pan y, mejor, sólo fruta cruda. Se dormirá con cataplasma de lodo sobre todo el vientre hasta que desaparezca todo malestar. En lo demás, seguir el Régimen de Salud.

Acidez estomacal (hipercloridria, dispepsia ácida, agruras o acedía)

La acidez del estómago no es efecto de una excesiva secreción ácida de la mucosa estomacal, como lo afirma la medicina, sino de la acidificación de los alimentos por fermentaciones malsanas derivadas del calor excesivo del tubo digestivo, debido a irritaciones y congestión de sus paredes. La piel fría e inactiva es común en estos enfermos, revelándose así el desequilibrio térmico de su cuerpo.

Como lo indica su nombre, esta dolencia se caracteriza por demasiada acidez que se siente en el estómago, produciendo sensación de ardor muy desagradable, lo cual generalmente es el inicio de úlcera estomacal a la que están siempre expuestos estos enfermos. La acidez se distingue de la úlcera porque en la primera los dolores desaparecen al comer, mientras que en la segunda aumentan.

A las causas habituales del desarreglo digestivo por mala alimentación, se agregan en este caso, el exceso de trabajo intelectivo, el desgaste sexual y la falta de aire puro y ejercicio.

Tratamiento: Suprimir las causas apuntadas adoptando una vida higiénica y tranquila. Al activar la piel se descongestionan las entrañas. Las frutas crudas, ensaladas y almendras dulces son los alimentos más indicados para estos enfermos. Hay estómagos tan degenerados que no toleran esta dieta, pudiendo entonces comenzar con fruta cocida para pasar poco a poco a comerla cruda.

Como aplicación local es indispensable la cataplasma de lodo sobre todo el vientre al dormir y aun en el día. Puedo asegurar que la acidez estomacal desaparece antes de 20 minutos con esta aplicación. Seguir con perseverancia el Régimen de Salud para normalizar la digestión.

Úlceras del estómago

Esta dolencia sólo puede ser resultado de un grave y crónico desequilibrio térmico del organismo, lo cual explica que sea muy rara en los niños, presentándose generalmente después de los treinta años. Las úlceras estomacales pueden ser pequeñas y leves o bien grandes y graves comprometiendo la parte superficial de la pared del estómago o un segmento más profundo.

No se trata de una herida local, en todo caso, sino del efecto de la inflamación generalizada del estómago. La agrura o acidez estomacal frecuente es la causa más común de la úlcera, siendo también esta circunstancia la que más dificulta su curación. El consumo abundante de carnes conduce a la acidez y ésta a la úlcera.

Hay otras causas que favorecen su desarrollo: constitución débil de este órgano por herencia, fragilidad de la piel, comidas demasiado calientes, consumo de helados, mala masticación, exceso en las comidas, uso continuo de medicamentos, alcohol, café y en general, mal régimen alimenticio.

Como señal casi segura de la existencia de úlcera estomacal tenemos los dolores después de comer, vómitos especialmente si contienen sangre, pérdida de sangre de color café por la boca o por el intestino. Los dolores suelen presentarse una hora o dos después de comer. Sin embargo, la úlcera puede existir sin causar molestias e inclusive por sí misma sin que se de cuenta el enfermo cuando su estado general es bueno.

Es importante poder distinguir cuando una hemorragia proviene del estómago, de los pulmones o de los intestinos. El color de la sangre nos indica su origen: si es del estómago es más o menos obscura, generalmente coagulada y mezclada con restos de alimentos; si es de los pulmones será de color rojo vivo y espumosa. Cuando la sangre aparece en las evacuaciones con color café viene del intestino.

En ocasiones suele haber sangre de color natural en las evacuaciones, la cual es descarga de la congestión de venas hemorroidales y no es peligrosa, siempre que se procure la normalidad digestiva.

Tratamiento: Mi Régimen de Salud mediante el Equilibrio Térmico del cuerpo, realiza con cierta facilidad la curación de las úlceras estomacales sin dejar consecuencias nocivas, como la estrechez del píloro o la caída del estómago que producen los medios artificiales.

Se debe tratar todo el cuerpo para mantener el Equilibrio Térmico. Cuando se produce una hemorragia es indispensable el reposo absoluto en cama, y para disminuir la presión de la sangre en el estómago se mantendrá día y noche la cataplasma de lodo sobre el vientre, cambiándola cada cuatro horas. También la cataplasma de cuajada de leche renovada cada ocho horas es muy eficaz como descongestionante.

Los dos primeros días conviene abstener al paciente de alimentos y sólo podrá beber con frecuencia pequeños sorbos de agua fresca, alternando con una tisana de cola de caballo y flores de árnica. Si hay estreñimiento se aplicará lavativa de agua fría natural, pero esto no debe hacerse sino tres días después de producida la hemorragia, para evitar remover la herida si ésta es intestinal.

El tercer día el enfermo podrá tomar jugos de lechuga rallada y estrujada, o de manzana, leche de almendras dulces machacadas, jugo de uvas, de zanahoria, etcétera, todo a temperatura natural. Durante diez días la alimentación será líquida, en pequeñas cantidades y cada dos horas, pudiendo agregarse a lo anterior, lechadas de nueces peladas y machacadas o de avellanas en la misma forma, pero coladas.

Una o dos cucharadas de aceite puro de oliva tomado diariamente en la mañana, sirve de suavizante de las 'paredes del estómago. Más adelante se podrá comer quesillo fresco, panela, jocoque o yogurt una o dos veces al día y, poco a poco, fruta blanda mondada y, si se desea, agregar alguna sopa a mediodía, de avena colada o de verduras en la misma forma, para ir paulatinamente consumiendo frutas todavía sin cáscara.

Después de un mes de este régimen ya se puede seguir otro menos estricto, más o menos dentro de las siguientes indicaciones: Desayuno - Fruta fresca madura sin piel, repitiéndola si se desea. Comida - Hortaliza tierna bien masticada (lechuga), papas cocidas con miel y un pedazo de quesillo. Poco pan y tostado sólo si no se han comido papas.

Cena - Frutas como en el desayuno. Almendras o nueces muy bien masticadas pueden servir de acompañamiento a las frutas ácidas. En caso de afección aguda de la úlcera no debemos comer ensaladas ni pan integral, en su lugar puré de papas o de verduras.

La leche está absolutamente prohibida en estas dolencias del estómago porque se
avinagra, produciendo el perjudicial ácido láctico. En cambio el quesillo fresco o panela es un alimento muy fresco y desinflamante que ayuda a la cicatrización de las úlceras. La lechada de arcilla, preparada con una o dos cucharaditas de arcilla en un vaso de agua fresca bien revuelta es purificadora descongestionante y cicatrizante.

También recomendamos la tisana de hojas de toronjil cuyano, dondiego de la noche y matico, alternando con cola de caballo o matico, salvia y dondiego de la noche. Más adelante, cuando no haya dolores ni molestias, se irá variando la alimentación al gusto del enfermo, pero siempre exclusivamente a base de vegetales, frutas y ensaladas.

Siempre dormir con cataplasma de lodo sobre todo el vientre hasta que desaparezcan las molestias. Ya en pie, el enfermo aplicará frotación de agua fría a todo el cuerpo al despertar, además de dos baños genitales al día con estómago desocupado. Aun cuando el enfermo se sienta restablecido, deberá seguir un régimen de vida juicioso, especialmente en cuanto a la alimentación. Indefinidamente seguirá mi Régimen de Salud.

Casos: Un 10 de diciembre de hace algunos años recibí la siguiente carta de Ramón Lozano Luna: "Cinco años sufrí del estómago hasta llegar a la úlcera del píloro, según el diagnóstico de los médicos. En el transcurso de mi enfermedad intervinieron más de quince médicos de las Facultades de París, Londres, Madrid y Santiago de Chile.

Hace dos meses me hicieron análisis y los médicos insistieron en la urgencia de operarme. Cuando ya no podía ingerir alimento, pues devolvía todo con horribles dolores, aunque un tanto incrédulo, decidí visitarlo a usted. Practicando sus consejos de salud a los diez días dejé de tener dolores. A los nueve días pude comer haciendo perfecta digestión y a los veinte comía jamón, ejotes, embutidos y todo lo comestible.

Respecto a bebidas, no las probaba desde hacía cinco años y hoy, con gran satisfacción por parte mía, bebo coñac, whisky, champaña y vino de todas clases, si sentir la menor molestia. "Excuso decirle, querido Maestro, que me he convertido en el paladín más ardiente de sus consejos y Doctrina de Salud, ya que a los 29 años, siguiendo las prescripciones médicas, me había convertido en un cadáver insepulto. Con respeto, admiración y cariño, queda a sus ordenes, eternamente agradecido su Afmo. y S.S." Firmado Ramón Lozano Luna.

Vómitos

El acto de expulsar violentamente por la boca el contenido del estómago, o en algunos casos del intestino, se llama vómito. Náuseas es el deseo o ganas de vomitar. En general los vómitos denuncian irritación del estómago, intestino o del cerebro y sistema nervioso. Apendicitis, peritonitis y meningitis, van acompañadas de vómitos.

Durante el embarazo estos se producen cuando hay un estaño de desarreglo digestivo previo y no son naturales, a pesar de la creencia generalizada. La mujer que desde la concepción se somete a mi Régimen de Salud nunca padecerá de náuseas ni de vómitos, y tendrá la seguridad de un desenlace feliz, sin dolores, al mismo tiempo que un niño sano.

Tratamiento: Por regla general, al haber vómito se deben suprimir los alimentos y tomar sólo agua pura o conjugo de limón a traguitos cortos y seguidos. Colocar compresas frías sobre el estómago y el vientre, cuidando la reacción al cubrir con lana.

Dormir con cataplasma de lodo sobre todo el vientre, lo que también se puede utilizar durante el día. De ser posible, baños genitales. Las infusiones tibias de menta, salvia o romero son calmantes del estómago y alivian los vómitos. Si hay estreñimiento se aplicará lavativa de agua fría.

Cólera

Esta dolencia se caracteriza por violenta fiebre gastrointestinal. Comienza con diarrea acompañada de sed y postración de las fuerzas. Esta diarrea aumenta las evacuaciones que al inicio presentan aspecto bilioso, luego seroso y después parecido a granos de arroz. Hay dolores en el vientre y vómitos; mucha sed como consecuencia de la gran fiebre, o sea, inflamación del aparato digestivo; calambres en la piernas con adormecimiento de las mismas por mala circulación.

Más adelante, baja la temperatura exterior del cuerpo con enfriamiento de pies y manos al mismo tiempo, que aumenta la fiebre interna que se manifiesta en pulso débil y rápido, aproximándose así la muerte.

Tratamiento: Lo más importante es normalizar la temperatura al provocar fiebre curativa en la piel y combatir la calentura destructiva en las entrañas. Para lograrlo se deben seguir las instrucciones dadas para la fiebre o calentura.

Fiebre tifoidea (tifus abdominal)

Estos son los nombres de la dolencia caracterizada por temperatura alta con oscilaciones y consiguiente postración. A los ocho días de empezada la crisis, suelen aparecer manchas rosáceas en la piel del vientre, la lengua se seca y está sucia, hay pérdida de apetito, dolor de cabeza y diarrea o estreñimiento. El rostro del enfermo tiene un aspecto abatido con la boca abierta y los ojos apagados.

El tifus sólo aparece cuando el cuerpo ha acumulado toxinas en gran cantidad por mal régimen de vida. Estas materias extrañas por alguna causa entran en fermentación y se disgregan, obligando al organismo a un activo trabajo de defensa contra la intoxicación, exigiendo mayor actividad eliminadora, al estimular las defensas orgánicas y favorecer la expulsión de las materias morbosas, mediante repetidas aplicaciones de agua fría, el cuerpo saldrá victorioso de esta crisis y conseguirá una purificación tan completa que habrá eliminado hasta taras hereditarias y otros males crónicos.

La duración del tifus varía según el recargo morboso del enfermo y el tratamiento utilizado. En pocas dolencias como en esta el uso de medicamentos suele ser tan pernicioso. Al complicarse suele producir hemorragias intestinales, perforación del in-testino, seguida de la mortal peritonitis, meningitis, pulmonía, albuminuria, miocarditis, etcétera.

Tratamiento: El enfermo de tifus que siente calor y sed debe beber agua o cualquier otra bebida refrescante en cantidades pequeñas cada vez. Conviene mantener los pies siempre calientes, haciendo paquete de rodillas o piernas todos los días en la mañana. En la tarde, cuatro a seis frotaciones para los enfermos robustos y tres o cuatro para los débiles. Cuando en los adultos el pulso suba de 100 pulsaciones por minuto, aplicar un baño de tronco, tal como se indica en el párrafo de la fiebre.

Fajado de lodo alrededor de la cintura y mejor aun del tronco completo sobre todo durante la noche. Prohibición de cualquier alimento no crudo, sólo frutas, ensaladas y nueces. Como bebida purificadera se recomienda el té de limpia plata, corteza de encina, anís y menta con miel.

Si hay repugnancia por los alimentos, agregar ajenjo en el té. Tratándose de niños menores de cuatro años, se les podrá dar como alimento panela o quesillo fresco, avena macerada, lechada de almendras o nueces peladas. Para preparar éstas últimas, se machacan las semillas, se agrega agua natural y se cuela la mezcla con un cedazo fino, cuidando de no agregar azúcar pues se combina mal con las frutas oleaginosas.

Es un grave error de los médicos aplicar bolsas de hielo para evitar congestión en los casos de complicaciones cerebrales o abdominales, pues el hielo paraliza la circulación de la sangre. Para descongestionar la cabeza u otra parte del cuerpo no hay nada igual a la cataplasma de lodo, o bien de panela o cuajada de leche cuya acción dura ocho horas más o menos, porque no sólo descongestiona, sino que además absorbe las substancias morbosas.

Como calmante del sistema nervioso, recomiendo la compresa fría, especialmente de lodo, sobre la espina dorsal y la nuca, cambiándola cada 20 minutos por espacio de una hora a hora y media. Diariamente se harán paquetes, frotaciones, cataplasmas y fajados de lodo, así como baños de tronco hasta lograr que el pulso se normalice en 70 para los adultos y 80 para los niños.

De este modo el enfermo quedará curado en 20 días y su organismo estará purificado. Todo lo expuesto se añade a las indicaciones de los Primeros Auxilios.

Tifus exantemático

Esta dolencia, análoga a la anterior, se manifiesta con manchas en la piel y es de fácil propagación por medio de los piojos. Sin embargo, la picadura del parásito no tiene ningún efecto en un cuerpo con sangre pura.

Tratamiento: Es el mismo que para el tifus abdominal, complementado con las indicaciones de Primeros Auxilios. Con frotaciones diarias cada hora, alternando con baños de tronco, lodo sobre el vientre durante la noche y dieta cruda, esta peste deja de ser peligrosa. En cambio, el tratamiento con sueros y vacunas es de nefastas consecuencias, como se comprobó en Santiago de Chile cuando murieron centenares de infelices enfermos vacunados por orden de las autoridades de salud auxiliadas por la fuerza pública.

Hígado

Funciones y enfermedades: El hígado es la glándula más voluminosa de nuestro organismo y está situada al costado derecho, inmediatamente debajo del pulmón. En la parte inferior del hígado está la vesícula biliar, bolsita que sirve de depósito a la bilis, que es un líquido amarillento secretado por este, a través del cual el hígado expulsa substancia extrañas provenientes de la digestión.

En un adulto normal, el hígado produce más o menos un litro de bilis cada día. Esta materia excrementicia es análoga a la orina y envenena la sangre si no es evacuada por el intestino diariamente. Su función es básica para la vida, pues constituye una de las más importantes defensas orgánicas al purificar la sangre venenosa y los productos de la digestión.

Además, emulsiona las grasas y favorece la expulsión de los excrementos, ya que la bilis sirve como lubricante purificador de los intestinos. Como todos los órganos esenciales para la vida, el hígado es muy resistente. Sin embargo, los continuos desarreglos digestivos lo irritan, congestionan y degeneran sus tejidos.

El alcohol, las drogas y medicamentos, el exceso de grasas y los excitantes como el chile, la pimienta, los condimentos, el té, el café, etcétera, irritan al hígado y dificultan sus funciones. El estreñimiento es el mayor enemigo del hígado. La cirrosis es el endurecimiento o degeneración del hígado como resultado de inflamación crónica.

Su causa más común es el alcoholismo y aunque su diagnóstico es fatal, puede aliviarse con el tratamiento que se indica más adelante. La congestión del hígado puede ser resultado del desarreglo en la circulación de la sangre a causa de la presión de fajas, corsés u otras ligaduras.

También es consecuencia de la prolongada irritación de los tejidos por amontonamiento de substancias extrañas en la sangre. Se manifiesta por sensación de peso y molestia en el costado derecho, donde se encuentra localizado el hígado.

Tratamiento: Para descongestionar el hígado lo primero es dejarlo descansar, sometiéndose a ayuno por uno o dos días, seguidos por dieta de frutas, alternando con ensaladas y sopas espesas de verduras o cereales. La cataplasma de lodo sobre todo el vientre durante la noche es el mejor descongestionante.

Si hay dolor, se aplicarán saquitos o bolsitas calientes estrujadas de semillas de pasto miel, haciendo previa fricción fría, como se explica en el párrafo sobre el dolor. Dos o tres baños genitales al día y Lavado de la Sangre. En casos agudos seguir los Primeros Auxilios y, en los crónicos, el Régimen de Salud.

Este iris del ojo derecho revela estado inflamatorio de la zona del hígado. Como se ve, la inflamación del hígado deriva de la congestión de la zona digestiva. De aquí que toda dolencia hepática sea efecto de desarreglos graves de la función digestiva.

Cálculos biliares, cólico hepático

Los cálculos biliares son acumulaciones de substancias extrañas en la vesícula biliar, como resultado de desarreglos digestivos crónicos, en que las materias morbosas se endurecen hasta convertirse en verdaderas piedras. El cólico hepático es un síntoma claro de la existencia de cálculos biliares, pues se origina en la acción del organismo que trata de expulsar alguna piedrecilla que, al pasar por el conducto que vacía la bilis en el intestino, roza sus delicadas paredes, produciendo penosísimos dolores en la parte derecha del vientre, bajo las costillas, llegando a veces a comprometer la espalda y el brazo derecho.

Además del dolor, generalmente hay vómitos y mareos, durando el ataque un período que puede ser de varias horas hasta días. Los cálculos expulsados salen con los excrementos. La medicina suele "curar" extrayendo la vesícula, con lo que la causa del mal sigue en pie y tan sólo inutiliza los órganos. Los cálculos grandes no molestan ni pueden eliminarse. El organismo los retiene sin peligro aumentando el volumen de la vesícula.

Tratamiento: Para eliminar las piedrecillas ya formadas, conviene tomar al acostarse unos cien gramos de aceite de oliva y, al despertar, una fuerte dosis de aceite de ricino. Beber en ayunas un vaso de cocimiento de lechuga hervida durante diez minutos, ayuda a la expulsión de piedras de la vesícula y los riñones. Durante el cólico, el enfermo guardará reposo en cama, siguiendo régimen de Primeros Auxilios. Bolsitas calientes de semillas de pasto miel contra los dolores y cataplasma de lodo sobre el vientre, durante la noche.

Ictericia o hepatitis

Se da este nombre a la presencia de bilis en la sangre, la cual da una coloración amarilla a la piel y al blanco de los ojos. Su causa es el mal funcionamiento del hígado como resultado de malas digestiones y régimen medicamentoso. Esto suele producir un estado catarral en la mucosa del conducto biliar, que obstruye el paso de la bilis, provocando que ésta vuelva al hígado y se mezcle, con la sangre.

Durante la expulsión de los cálculos también puede producirse esta obstrucción. El color amarillo es síntoma inequívoco de esta dolencia y se presenta también en las mucosas de la boca, las uñas y la orina. El color suele ser amarillo verdoso. En cambio, debido a la falta la de bilis, los excrementos aparecen descoloridos.

El restablecimiento es fácil mediante la activación de la piel del enfermo, aunque se dificulta cuando ha habido intervención medicamentosa.

Tratamiento: Si hay debilidad, se debe guardar cama. Dieta estricta de frutas y ensaladas crudas sin sal. Al despertar y al acostarse se beberá un vaso con dos cucharadas de linaza entera, macerada desde la noche anterior, para favorecer la eliminación de la bilis y facilitar las evacuaciones.

Es conveniente tomar zumo exprimido de lechuga cruda, alternando con alguna infusión de ajenjo o un té de limpia plata, semillas de enebro y salvia o menta, dos veces al día. Para eliminar la bilis de la sangre es necesario transpirar por medio del Lavado de la Sangre, cuando el enfermo está en pie.

En cama, se hará paquete diariamente de 11 a 12 del día; el primero entero, el segundo medio y el tercero de piernas, volviendo a repetirlos en el orden indicado hasta que desaparezca el color amarillo de los ojos. Frotación de agua fría al despertar y faja derivativa o de lodo sobre vientre y riñones para dormir.

Colocar bolsitas calientes de pasto miel, previa fricción de agua fría y cambiadas cada veinte minutos sobre el hígado para descongestionar. En verano, cuando el enfermo está en pie, se pueden reemplazar las frotaciones con pitón o chorro frió. Los baños genitales, también sustituyen estas aplicaciones.

Durante 6 a 10 días, tomar en ayunas la siguiente infusión: para un vaso de agua, un manojo de canchalagua del grueso de un dedo, una naranja amarga partida por la mitad y tajeada en cruz, tres tallos de col de cinco centímetros, también cortados en cruz y dos cucharadas de azúcar tostada. Se prepara en la noche dejándola al sereno.

Intestinos

Funciones y enfermedades: Los intestinos se dividen en delgado y grueso. Su función es tan importante que la parte principal de la digestión se realiza en el intestino delgado, donde los alimentos, después de haber sido sometidos a la digestión bucal y estomacal, pancreático y la bilis. La mayor parte de las substancias alimenticias son absorbidas en el intestino delgado.

Cuando hay diarrea y las evacuaciones son líquidas, significa que los alimentos no han sido bien digeridos y asimilados. Si las evacuaciones son demasiado secas, eso demuestra atonía intestinal con intoxicación de la sangre. El mal olor denota
putrefacción intestinal que desnutre e intoxica.

Durante la digestión los intestinos hacen consecutivos movimientos peristálticos, semejantes a los que hace un gusano para moverse, cuya finalidad es mezclar las materias alimenticias y empujar los residuos hasta el recto para su expulsión. Además de los desechos de la digestión, el tubo digestivo también expulsa otras substancias extrañas al cuerpo.

Esto explica que un dolor de cabeza pueda aliviarse al descargar el vientre, que una fiebre alta ceda con frecuentes evacuaciones o que una afección renal, siempre causada por impurezas en la sangre, se alivie activando las funciones eliminadoras del intestino.

Si nos alimentamos de frutas, ensaladas y semillas crudas, la duración del proceso digestivo es de una a dos horas. Los alimentos cocidos requieren de una digestión de dos a tres veces más prolongada. Quien come tres veces al día y sólo evacua una vez, padece de un leve grado de estreñimiento. Lo normal es desocupar el vientre al levantarse y antes de acostarse cada día.

La mejor postura para evacuar es en cuclillas, como lo hace la gente en el campo. El uso de taza o excusado dificulta la libre y completa evacuación. El mortífero estreñimiento es causado por la alimentación antinatural, falta de ejercicio y el aire viciado, aunque también puede ser hereditario.

Tratamiento: Adoptar dieta refrescante es fundamental, comiendo la cantidad que se desee a la hora en que acostumbramos. La buena masticación es muy importante. La cataplasma de lodo sobre el vientre, al menos durante la noche, es desinflamatoria y cicatrizante y el medio más seguro para restablecer la normalidad digestiva, especialmente combinada con el diario Lavado de la Sangre.

Para regular el intestino o calmar las diarreas se puede tomar una cucharada grande de linaza entera en infusión todos los días al despertar.

Diarrea

Este es el nombre de las evacuaciones líquidas y frecuentes que constituyen una verdadera defensa orgánica que elimina las materias corrompidas del cuerpo, generalmente producidas por las putrefacciones intestinales. Es el síntoma más importante de los estados inflamatorios y catarrales conocidos con el nombre de enteritis, (inflamación del intestino delgado) gastroenteritis (intestino delgado y estómago) y enterocolitis (ambos intestinos).

La diarrea puede producir de cuatro a diez o más evacuaciones en un día, generalmente unidas a cólicos o dolores del vientre.

Tratamiento: Cataplasma de lodo día y noche, renovándola cada seis horas. Ayuno durante uno o dos días, bebiendo sólo agua, en el caso de los adultos. Infusión de manzanilla, salvia o ajenjo. Dieta cruda, especialmente de nísperos y membrillos aun cuando no estén maduros, alternada con lechadas de almendras dulces y panela o cuajada de leche si se trata de niños.

La papilla de manzanas ralladas durante dos o tres días seguidos como único alimento da excelentes resultados. Al despertar conviene tomar el jugo de un" limón sin azúcar, en media copa de agua o mejor de linaza, como se indicó antes. Para calmar los dolores y combatir la fiebre también el bañó genital es útil.

El Lavado de la Sangre es indispensable para activar la piel de los adultos, y los paquetes para los niños. Cortar o detener las diarreas con medicamentos es un grave error.

Catarro intestinal crónico

Las diarreas mal tratadas, lo mismo que el tratamiento medicamentoso del tifus, producen enteritis, colitis y enterocolitis crónicas. En ocasiones las diarreas se alternan con estreñimiento y generalmente presentan eliminación de mucosidades junto con las deposiciones.

En estos casos no hay fiebre al exterior, pero sí al interior, la nutrición es deficiente, dando lugar a flacura, anemia, debilidad, falta de ánimo, excitación nerviosa, tristeza, mal humor, etcétera.

Tratamiento: Dieta cruda de frutas y ensaladas que deben ser muy bien masticadas. Diaria frotación de agua fría al despertar, ortigando previamente la piel si es necesario Si es posible, tomar en ayunas, al menos durante tres días seguidos, una taza de zumo de ortigas, con mitad de agua y miel de abeja. La manzana rallada es excelente.

Cataplasmas de lodo al menos en la noche y Lavado de la Sangre cada día para los adultos. Baño genital una o dos veces al día. Los niños pueden hacer este lavado al sol o, en su lugar, paquetes, alternando el de sobacos a rodillas con el de cintura a pies.

Enterocolitis muco membranosa

Esta afección de los intestinos produce evacuaciones con mucosidades y membranas, ya sea diariamente o con intervalos. Suele ser acompañada de cólicos más o menos intensos y es más común en las mujeres que en los hombres.

Tratamiento: Análogo al anterior. Los niños seguirán el régimen de Primeros Auxilios.

Úlceras del intestino

La úlcera del intestino puede estar sin producir molestias al enfermo, presentándose sorpresivamente una hemorragia junto con las evacuaciones, como resultada de una crónica anormalidad digestiva. Sin embargo, mucho antes de que se presente la hemorragia, han habido molestias como pesadez en el vientre, dolores, eructos, frialdad crónica en los pies, etcétera.

Tratamiento: Se trata de la misma forma que la úlcera estomacal y, obviamente, debe seguirse el multicitado Régimen de Salud.

Cáncer de los intestinos

Este avanzado desarreglo se caracteriza por un estreñimiento crónico acompañado por dolores en el vientre, alrededor del ombligo. Las evacuaciones suelen presentar mucosidades y un poco de sangre, teniendo muy mal olor.

Tratamiento: El tratamiento es similar al señalado para el cáncer de estómago, siendo el Lavado de la Sangre, en combinación con baños genitales, cataplasma de lodo y dieta cruda lo único capaz de salvar al enfermo.

Apendicitis

El apéndice queda en la parte inferior del ciego, al lado derecho del vientre. Es un órgano muy importante cuya misión es secretar antitóxicos para neutralizar los venenos que se producen en las putrefacciones intestinales. La apendicitis es la irritación de este órgano a causa de fermentaciones pútridas en el ciego, por alimentación antinatural, vida relajada y, generalmente, estreñimiento.

Extirpar el apéndice es tan absurdo como sería cortar la nariz para curar un resfriado. Los cirujanos aseguran que el apéndice no sirve para nada. Sin embargo, al igual que las amígdalas, el apéndice es una defensa orgánica contra los tóxicos. Es cierto que al descuidar o tratar inadecuadamente la apendicitis, puede presentarse un proceso purulento con ruptura de sus paredes que no deja tiempo para tratamiento natural.

Cuando hay un proceso destructivo gangrenoso con peritonitis, se impone la intervención quirúrgica para extirpar los tejidos dañados y salvar al enfermo de una muerte segura. Pero de aquí a tratar todos los casos de apendicitis con cirugía hay una enorme distancia.

La extirpación del apéndice acorta la vida del operado al restarle defensas y dejarlo con una cicatriz intestinal que impide el correcto movimiento de ese órgano. Los síntomas de esta dolencia son: dolores agudos que repentinamente se presentan al lado derecho de la parte inferior del vientre, no permitiendo la menor presión en este punto.

Calentura o fiebre y en muchos casos vómitos y estreñimiento que algunas veces se alterna con diarrea. Si la lengua está seca, el pronóstico es más desfavorable, mientras que si está húmeda muestra un proceso inflamatorio menos grave. El pulso, al principio, suele ser de 80 a 100 pulsaciones por minuto, pero si sube más, es que la inflamación se agrava. Si está rápido y débil, el peligro es inminente.

Tratamiento: Cataplasma de lodo, de panela o cuajada de leche sobre el vientre de día y de noche, cambiándola cada 5 o 6 horas. O bien compresas frías de 4 o 6 dobleces que se renuevan cada hora. El reposo en cama es indispensable. Las frotaciones se aplicarán en el mismo lecho. Si no hay evacuaciones, lavativa de agua fresca, colocando al paciente acostado de espaldas.

Beber agua en poca cantidad cada vez, tomar limonadas sin azúcar, jugo de naranjas, zanahorias, uvas o manzanas como único alimento, alternando con fruta fresca de la estación. No se deben aplicar bolsas de hielo sobre el vientre, pues su efecto dificulta la circulación de la sangre.

Una vez pasado el peligro, seguir régimen vegetariano, con abundancia de frutas. Se recomienda continuar con la cataplasma de lodo sobre el vientre durante la noche. Practicar indefinidamente el Régimen de Salud.

Casos: Roberto del Río, un hombre de treinta años, fue víctima de apendicitis. Cuando ya estaba acordada una intervención quirúrgica, decidió consultarme. Con la primera cataplasma de lodo sobre todo el vientre desaparecieron los dolores del apéndice y la pierna derecha.

Se siguió con el lodo toda la noche y dieta cruda de frutas. Al día siguiente cuando llamé para conocer su estado, su esposa me dijo que se había ido a trabajar como de costumbre.

Estreñimiento o constipación

Esta es la dolencia más grave que aqueja a la humanidad. Con estos nombres se denomina al atraso e insuficiencia en las evacuaciones intestinales. Hay muchos grados de estreñimiento, desde una evacuación diaria, hasta los casos en que se defeca solo una vez cada dos, tres y hasta siete días.

La alimentación inadecuada de la gente de las ciudades, aunada a la falta de ejercicio y la herencia malsana, hacen que el estreñimiento sea frecuente aun entre los niños pequeños.

La mayoría de las personas piensan que basta con una evacuación diaria y no se dan cuanta que padecen de estreñimiento. Sin embargo, lo normal sería evacuar tantas veces como comidas hagamos en el día. Pero aun con evacuaciones frecuentes puede haber escasa eliminación intestinal.

El pan, la leche, las harinas refinadas, los huevos blandos, las carnes, el arroz blanco y los quesos retrasan el movimiento intestinal, mientras que el pan integral de cualquier grano, la avena, las frutas y semillas de árboles, las verduras y la miel de abeja lo activan.

El uso continuo de laxantes o purgantes, lejos de curar esta dolencia, con el tiempo provoca un estado de irritación e inflamación crónica del intestino, que conduce a su degeneración y a un estreñimiento cada vez más pertinaz. Los purgantes no sólo son innecesarios, sino que están contraindicados, pues irritan el intestino provocando la fiebre interna que se trata de combatir.

El abuso de las lavativas también es nocivo porque produce relajación intestinal. La costumbre de resistir a los deseos de evacuar conduce a la inactividad del mismo. Es necesario acostumbrarse a evacuar diariamente en horarios precisos. Es bueno tomar un vaso de agua, de ser posible con miel de abeja, a traguitos al despertar y al acostarse, pues además de activar las funciones intestinales, ablanda las materias que a veces se resecan debido a la fiebre interna.

El uso de la taza o excusado dificulta la normal función eliminadora, por lo que es necesario adoptar la posición en cuclillas como lo hace la gente del campo.

Tratamiento: Ante todo, régimen alimenticio a base de frutas y ensaladas crudas. También cereales integrales, hortalizas, verduras, frutas oleaginosas, miel de abejas, leche fermentada o yogurt y agua en pequeños tragos. Se prohíben las carnes, pescados, quesos fuertes, pan blanco, arroz blanco, cacao, chocolate, dulces, pasteles, café, té y leche, lo mismo que los farináceos secos.

En los niños basta con dieta de frutas y semillas, frotación de agua fría al despertar y lodo sobre el vientre durante la noche para normalizar su digestión. Para adultos, uno a tres baños genitales. En el verano, en su lugar, diario baño de pitón a mediodía.

Cataplasma de lodo, compresa o faja derivativa durante la noche. Diariamente Lavado de la Sangre y ejercicio físico con flexiones de piernas y tronco. Es indispensable endurecer la piel con frotaciones y chorros fríos.

Como laxante, los adultos ingerirán en ayunas una cucharada de linaza entera en infusión desde la noche anterior, junto con 4 o 6 ciruelas. Se puede agregar una cucharadita de miel de abejas. Para los niños, generalmente basta con la dieta de fruta, pero de ser necesario, reducir a la mitad la cantidad de linaza y los otros ingredientes.

El jugo o zumo de papa, especialmente con jugo de limón, es buen laxante y purificador del intestino. Está indicado en el estreñimiento, el empacho y hasta en ca-sos de diarrea. A los niños se les puede dar diariamente, en ayunas, una cucharada de la siguiente mezcla: zumo de papa cruda, una cucharadita de jugo de limón, una cucharadita de aceite de oliva y unos granitos de sal.

Para obtener el jugo de la papa, rallar con todo y cáscara y exprimir con un lienzo o un colador fino. Para la mezcla anterior basta con dos papas de tamaño regular. Los adultos deberán seguir el Régimen de Salud.

Lombrices

Las lombrices son parásitos que viven en el intestino del hombre. Hay tres clases de lombrices:
1. las grandes, 2. las pequeñas, llamadas oxiuros, y 3. la tenia o solitaria. Los huevos de las lombrices penetran en el aparato digestivo, con alimentos vegetales mal lavados que tuvieron contacto con aguas que acarrean excrementos, aunque los de la tenia vienen en las carnes crudas.

Las lombrices se crían en organismos debilitados por fiebre interna y desarreglos digestivos crónicos. Un organismo sano las expulsa antes que se desarrollen. Hay muchos signos que indican la presencia de lombrices, pero el más seguro es percatarse de su existencia cuando son expulsadas.

Tratamiento: Es indispensable normalizar la digestión, adoptando un régimen análogo al que se usa para combatir el estreñimiento. Además del régimen de frutas crudas, las cebollas, los ajos y las zanahorias favorecen la expulsión de las lombrices.

La tenia o solitaria sólo se encuentra en personas que comen carne y para expulsarla también sirven las fresas y las nueces. Asimismo el arándalo o mirtilo, el helécho macho y las pepitas de calabacita muchas veces hacen salir toda la tenia, lo cual es importante, pues mientras permanece la cabeza dentro, la tenia sigue regenerándose.

Para expulsar la tenia se puede seguir un tratamiento como este: dos días seguidos zanahorias, cebollas y ajos crudos con o sin pan integral. Al final de esos dos días tomar un purgante de aceite de ricino. Después de que éste hace efecto, aplicar lavativa de medio litro de agua fresca y observar si se expulsa la cabeza de la tenia, que es la parte más pequeña del animal.

Casos: Un enfermo me relató lo siguiente:
"Expulsé una tenia de más o menos doce metros de largo que se alojaba en mi intestino desde hacía quince años. Para lograrlo, estuve dos días comiendo solamente ensaladas de cebollas con ajos y nueces. Al acostarme tomé cada día una copita de horchata de pepitas de calabaza o zapallo. Al tercer día tomé un purgante de aceite de ricino. Al hacerme efecto el purgante, me senté en una cubeta que contenía un dedo de leche caliente, expulsando íntegro mi molesto huésped."

Peritonitis

El peritoneo es la membrana que envuelve todas las vísceras del abdomen, menos los riñones. La inflamación del peritoneo por acumulaciones de substancias extrañas, o a consecuencia de otras dolencias como cuando se perfora el apéndice, es una enfermedad muy grave que requiere de la asistencia de un experto en mi sistema.

Tratamiento: En general se recomienda absoluto reposo en cama con las piernas algo recogidas. Sobre todo el vientre mantener permanentemente una cataplasma de lodo que se cambia cada 4 o 6 horas. Cada vez que cambiamos el lodo se hace frotación de agua fría desde el cuello hasta la planta de los pies, abrigando sin secar durante una hora y cuidamos de mantener calientes los pies.

La alimentación será exclusivamente de fruta cruda y en pequeña cantidad cada vez. Repetir las aplicaciones diariamente hasta que el enfermo se sienta bien y el pulso baje a 70 por minuto. En lo demás seguir las instrucciones de Primeros Auxilios.

Ano

El ano es el orificio donde termina el intestino y que da salida a los excrementos. Las dolencias más comunes del ano son: prolapso del recto, inflamación del ano, tumores, fisuras y fistulas. Todos estos achaques demuestran una defensa orgánica y no deben ser suprimidos directamente; debe buscarse su causa que, por lo general, está en las malas digestiones crónicas. Veamos cada uno de estos males.

Prolapso del recto

Generalmente ocurre en niños y mujeres y consiste en la salida del recto al defecar. Su causa común es estreñimiento que debilita los músculos correspondientes.

Tratamiento: Normalizar la digestión refrescando el interior del vientre con cataplasma de lodo durante el sueño y observar régimen vegetariano con mucha fruta. Fortificar los órganos y músculos del bajo vientre con ejercicios gimnásticos, especialmente flexiones y derivar las materias morbosas por medio de baños genitales (mujeres) o de asiento (niños) diariamente. Compresas o cataplasmas calientes para facilitar la introducción del intestino. Para los adultos, Régimen de Salud.

Inflamación del ano

Las diarreas, los accidentes, tumores, afecciones de los órganos genitales o la introducción de cuerpos extraños pueden provocar este mal cuyo tratamiento es análogo al anterior. Si el enfermo está en cama, seguir ¡as indicaciones de Primeros Auxilios. Como aplicación local, cataplasma de lodo o de cuajada de leche cruda.

Tumores en el ano

Este mal es consecuencia de acumulación de materias morbosas debido a desarreglos digestivos crónicos, siendo el estreñimiento su causa más frecuente.

Tratamiento: Dieta exclusivamente cruda y tratamiento de Primeros Auxilios si se guarda cama; si no, Régimen de Salud: aplicar fajado de lodo alrededor del vientre y riñones, y también entre las piernas con un lienzo delgado.

Fisuras o grietas en el ano

Son úlceras estrechas y alargadas que duelen mucho durante o después de evacuar. Se originan y mantienen por crónicos desarreglos digestivos. Tratar como el prolapso del recto y especialmente con cataplasma de lodo sobre el vientre toda la noche en combinación con otra en la parte afectada.

Fistulas del ano

La fistula es un canal que abre el organismo para dejar pasar substancias extrañas de abscesos o tumores y, lógicamente no debe cerrarse porque esto impediría la obra defensiva del organismo. Su causa es la acumulación de impurezas como consecuencia cíe putrefacciones intestinales, fiebre interna y mal régimen alimenticio.

Tratamiento: Normalizar la digestión, refrescando las entrañas con cataplasma de lodo sobre todo el vientre durante la noche y, favorecer las eliminaciones mediante diario Lavado de Sangre en la mañana y baños genitales en la tarde, una o dos veces, de 20 a 40 minutos de duración.

Dormir con faja derivativa sobre vientre y riñones, en forma de T, si no se usa el lodo, que es más eficaz. Sobre la boca de la fistula, mantener constantemente emplasto de fenogreco, que se cambia cada 8 o 10 horas. En lo demás, seguir el Régimen de Salud.

Almorranas o hemorroides

Con este nombre se designa a la inflamación y dilatación de las venas que terminan en el recto y el ano. La dilatación permanente de las venas se llama varices y las almorranas son várices del final del recto. El ensanchamiento de las venas obedece a la debilidad de los tejidos de sus paredes, a causa de la acumulación de materias extrañas en la trama celular y también por obstáculos en la circulación de la sangre, como fajas, ligas, cinturones, zapatos apretados, embarazo anormal o tumores e inflamaciones del útero que cambian su posición.

Esta dolencia sólo puede existir por malas digestiones crónicas y especialmente como efecto del estreñimiento. Con frecuencia se expulsa sangre y otros humores por las almorranas, al punto que produce debilitamiento general. Sin embargo, es peligroso suprimir artificialmente estos procesos, pues le sirven al organismo para descargar materias malsanas que atacarían a otros órganos.

La operación o extirpación de las hemorroides no restablece la salud, pues no se purifica la sangre. Cambiarán los síntomas y las materias morbosas que buscaban su salida por abajo, subirán a la cabeza acarreando males mayores.

Tratamiento: Hay que purificar la sangre normalizando la digestión con régimen vegetariano y derivar la fiebre interna hacia el exterior. Baños de tronco o genitales dos a tres veces al día. Lavado de Sangre o paquete de sobaco a pies si se guarda cama.

Durante la noche, faja derivativa sobre vientre y riñones en forma de T, pasando también entre las piernas y mejor aún lodo sobre vientre y entrepiernas y parte adolorida. En casos agudos, seguir las indicaciones de los Primeros Auxilios y en casos crónicos el Régimen de Salud.

Bazo

Este órgano glandular se sitúa en el lado izquierdo del vientre y es uno de los encargados de la defensa del organismo, al destruir substancias extrañas y tóxicas tanto de origen intestinal como medicamentoso. La intoxicación medicamentosa siempre se revela en el iris de los ojos en la zona del bazo, en donde aparecen manchas o inflamaciones.

Tratamiento: En casos agudos síganse las instrucciones de Primeros Auxilios y en los casos crónicos el Régimen de Salud.

Dientes

Los dientes y las muelas desempeñan un importantísimo papel en nuestra economía orgánica, especialmente en la buena digestión y, como consecuencia, en formar sangre pura. El individuo que se alimenta de frutas, semillas y ensaladas crudas no sufre de caries ni suciedad de la dentadura, como le sucede al hombre civilizado.

A fin de evitar los inconvenientes de la comida cocinada y las putrefacciones intestinales es necesario asear la dentadura diariamente usando un cepillo adecuado y agua con cenizas de romero. Las pastas dentífricas son perjudiciales porque casi todas contienen piedra pómez o creta, que gastan el esmalte y suben las encías.

Es necesario examinar la dentadura todos los años, tapar las caries y sacar las piezas dentales que no pueden componerse. Los dolores de muelas se alivian con cataplasmas de lodo renovadas en cuanto se calientan. El paquete de pantorrillas y el chorro de rodillas, descargando la congestión de la cabeza, mitiga dicha dolencia. También la piorrea o supuración de las encías tiene su origen en las putrefacciones intestinales por fiebre crónica en las entrañas.

Tratamiento: Si se sueltan los dientes, recomendamos frecuentes buches del siguiente cocimiento: por partes iguales, hervir durante 10 minutos Limpia plata o cola de caballo, raíz de tormentilla, raíz de genciana, flores de árnica y sal de cocina. La cataplasma de lodo sobre la parte correspondiente de la cara es inmejorable para afirmar los dientes atacados de piorrea. Se aplicará diariamente por lo menos durante la noche. Seguir el Régimen de Salud.

Otros padecimientos del aparato digestivo

Cólicos: Por cólico se entiende el dolor producido por el espasmo o contracción violenta, de cualquiera de los tubos que conducen alguna sustancia en el organismo, como son los intestinos; el colédoco, canal que conduce la bilis del hígado al intestino y cuya contracción muy dolorosa se conoce como "cólico hepático"; el uréter, que conduce la orina del riñón a la vejiga y cuya contracción se llama "cólico nefrítico"; etcétera.

Tratamiento: Para quitar estos dolores es preciso descongestionar las entrañas
congestionando la piel. Paquete largo en la mañana y seis frotaciones en la tarde cada día. Durante la noche, cataplasma o fajado de lodo alrededor del vientre y riñones. Como aplicación local, saquitos o bolsitas calientes de semillas de pasto miel o flores de heno, según se explica en el párrafo Dolor.

Las cataplasmas de linaza sirven de igual manera. El frío también es calmante sobre todo aplicado con lodo cuando la parte afectada está caliente. También se puede usar la panela o cuajada de leche o la cataplasma de papa cruda rallada como desinflamante. El ayuno o régimen estricto de frutas o ensaladas crudas es indispensable.

En casos agudos, además de lo dicho, seguir las instrucciones de los Primeros Auxilios y el enfermo crónico seguirá el Régimen de Salud indefinidamente.

Diabetes azucarada: Esta es la alteración del metabolismo que imposibilita al cuerpo asimilar y aprovechar el azúcar de los alimentos, viéndose el organismo obligado a expulsar por la orina esta sustancia que, de quedar en su interior, le perjudicaría como cualquier materia extraña.

La acidificación de la sangre por fermentaciones pútridas del intestino, hace necesario expulsar el azúcar destinado a aumentar el proceso de fermentación ácida que se origina por fiebre interna. Así pues, la eliminación de azúcar es favorable y no debe suprimirse con drogas como insulina, sino atender el origen del desarreglo que está en la digestión, refrescando el tubo digestivo.

Esta dolencia causa víctimas entre las personas que abusan de la buena mesa y privan a su cuerpo de ejercicio, aire puro y actividad eliminadora de su piel. La orina del diabético es abundante, llegando a tres o más litros diarios, lo cual provoca sed insaciable. Además puede haber insomnio, dolor de cabeza, picazón cíe la piel, trastornos de la vista y debilidad general. Suele sobrevenir gran apetito, pero el enfermo adelgaza a pesar de comer mucho, pues el organismo no
aprovecha debidamente los alimentos.

Este iris del ojo derecho revela la gran inflamación del aparato digestivo característica del diabético, afectando también el hígado y el riñón correspondiente. Esta inflamación crónica y calentura interna, va unida a anemia de la piel, extremidades y cerebro que se manifiesta en la nube lechosa en la periferia del iris.

En el diabético cualquier herida se transforma en úlcera supurante como resultado de la tendencia curativa del organismo, que procura deshacerse de las impurezas de su sangre producidas las malas digestiones crónicas. La medicina se empeña en desaparecer el azúcar de la orina por medio de medicamentos y régimen antinatural de alimentación, suprimiendo los alimentos que pueden producir azúcar y reemplazándolos por carnes y otros productos concentrados.

Esto intoxica aún más al enfermo y obliga al aparato digestivo a un mayor trabajo lo cual se suma al debilitamiento del paciente. Por lo tanto no es de extrañar que consideren que la diabetes es una enfermedad incurable. Para librarse de esta dolencia es preciso adoptar un régimen alimenticio a base de frutas crudas, ensaladas y semillas, sin importar el que se ingiera o no azúcar natural, pues sólo interesa restablecer la normalidad digestiva para poder formar sangre pura.

El diabético está desnutrido e intoxicado por putrefacciones intestinales causadas por la fiebre interna y la inactividad de su piel. Los alimentos que más convienen al diabético son: el aguacate, las manzanas, fresas, frutillas, naranjas, nísperos, cerezas, nueces, almendras, avellanas, aceitunas sin sal, aceite.

También ciertos alimentos cocidos: pan integral (poco), sopas de avena o verduras, espárragos, alcachofas, callampas u hongos, coles, coliflor, ensaladas de apio, lechugas, espinacas, y otros al vapor como ejotes, chícharos, habas tiernas, pencas, tallos crudos, cebollas, tomates, pepinos, rábanos, etcétera.

Ejemplo de un menú para diabéticos:

Al despertar un vaso de agua pura o con jugo de limón. Desayuno - Manzanas o naranjas (una a tres). En general, fruta cruda de la época. Comida - Una ensalada abundante, especialmente lechugas, una tortilla de verduras con huevos y un poco de queso fresco o panela, si se desea. De postre manzana asada o almendras.

Cena - Una ensalada abundante, taza de caldo de cereales (hervir trigo, maíz, cebada y avena), o de verduras con o sin una yema de huevo y un poco de pan integral con nueces requesón o panela.

Tratamiento: La piel de los diabéticos es muy débil y se presenta seca y fría. El tratamiento debe procurar endurecer este órgano y activar sus funciones. Recomiendo frotación de agua fría al despertar, ortigando previamente todo el cuerpo. Baños genitales de 20 a 30 minutos dos o tres veces al día.

Es indispensable el Lavado de Sangre diario. Cataplasma de lodo sobre el vientre en la noche. Vida al aire libre con ejercicio moderado y abrigo que permita la circulación de aire en la piel. Seguir con perseverancia el Régimen de Salud. La hoja de la morera, en infusión, como agua pasto, alivia al diabético.

Casos: Un hombre de 50 años me consultó luego de tres años de tratamientos infructuosos de la diabetes. En ese momento tenía 55 gramos de glucosa por mil de orina y al año de practicar mi Régimen de Salud, su azúcar había bajado a 12 por mil, a pesar de haberse permitido alimentación libre, con abundancia de frutas, miel de abejas, papas, fréjoles, fideos, arroz, pan, etc., los cuales le habían sido antes prohibidos por ser productores de azúcar.

Suprimió todas las medicinas y diariamente se aplicó frotación de agua fría en todo el cuerpo al despertar, Lavado de la Sangre, baño genital por la tarde y lodo en el vientre en la noche.

Disentería

Con este nombre se denomina la inflamación de los intestinos con lesiones predominantes en el intestino grueso, caracterizada por evacuaciones frecuentes con sangre, dolores en el vientre y ano, pujos y deseos continuos de defecar. A causa de la calentura interna que consume a estos enfermos y de la pérdida periódica de líquidos en las evacuaciones, generalmente hay mucha sed, falta de eliminación por la orina, anemia y sequedad de la piel.

Tratamiento: Para aliviar esta dolencia, lo mismo que las diarreas, es preciso ayunar, bebiendo sólo agua o comiendo fruta ácida o no bien madura, en pequeñas cantidades. Además, hay que refrescar profundamente el vientre congestionando la piel con el Lavado de la Sangre para los adultos. Los niños usarán paquete de sobacos a rodillas cada mañana para descongestionar el vientre y favorecer la eliminación cutánea.

En la tarde frotación de agua fría a todo el cuerpo, repitiéndolo tres o más veces si se guarda cama. La aplicación de lodo fresco sobre todo el vientre, por lo menos en la noche, desinflama y desirrita las mucosas del aparato digestivo, cicatrizando sus lesiones.

Puedo asegurar que con lodo en el vientre y fruta cruda se combate con éxito toda afección del aparato digestivo, siempre que haya constancia en el tratamiento. Sin perjuicio de lo expuesto, en casos agudos síganse las instrucciones para Primeros Auxilios y en casos crónicos el Régimen de Salud.

Autor: Manuel Lezaeta Acharan

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