ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS

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Medicina Natural al alcance de todos

Los oídos

Las morbosidades que suben a la cabeza desde el vientre buscan salida por las aberturas del cráneo, dando lugar a afecciones de los ojos, la nariz, la garganta y los oídos. Cuando la parte comprometida es el oído externo, el caso no es peligroso. 

La inflamación del tímpano, el zumbido y la sordera son más delicados; sin embargo, más grave son los procesos inflamatorios del oído interno, por el riesgo de que la inflamación se extienda al cerebro', produciendo meningitis o encefalitis, las cuales suelen ser provocadas por el tratamiento medicamentoso de afecciones agudas como tifus, difteria, sarampión, etcétera.

Tratamiento: Como desinflamante local se recomienda el vapor de hojas de eucaliptos. Para prepararlo se ponen a hervir durante diez minutos en un jarrito dos o tres hojas de eucaliptos, aplicando el vapor al interior del conducto auditivo por medio de un cornetín de papel o cartón que introduce su boca más angosta en el oído y la parte más ancha en el jarrito. 

La aplicación se hace en la cama antes de dormir, colocando en seguida un algodoncito en el oído para evitar enfriamiento. Podemos repetirla diariamente hasta que desaparezca el mal, que suele resolverse con supuración abundante del oído.

El baño frío de pies al acostarse, seguido de vapor de 15 minutos sobre las piernas, atrae hacia abajo las acumulaciones sanguíneas de la cabeza.

Sin importar el nombre, todas las afecciones de los oídos se tratan de manera análoga, sobre todo buscando normalizar la digestión del enfermo y activar su piel. Los casos agudos con fiebre tratarlos según los consejos dados en los Primeros Auxilios y los crónicos siguiendo el Régimen de Salud.

Ojos

Uno de los errores más corrientes y perjudiciales tratándose de afecciones de los ojos, consiste en considerar sus dolencias como trastornos locales. En realidad, el tratamiento local es secundario cuando se trata la anormalidad digestiva. Si el origen de estas enfermedades está en causas externas, es preciso aplicar desinflamantes como el lodo o la cuajada de leche. 

Además de cierta predisposición, los males de los ojos se adquieren corno consecuencia de malas digestiones y debilitamiento de la piel.

Tratamiento: Quien padece de la vista debe hacer uso moderado de ella, evitando cansarla en trabajos forzados y con luz artificial. La cataplasma de fenogreco es eficaz, cuando se trata de disolver nubes en los ojos y la de cuajada de leche o panela cuando son inflamaciones agudas. 

Ambas se aplican sobre el párpado. La Cataplasma de lodo se pone sobre los ojos afectados por un accidente. En casos agudos y en los niños seguir el régimen de Primeros Auxilios. Los enfermos crónicos seguirán el Régimen de Salud.

Aseguro que toda persona que necesita lentes por deficiencia de la vista, es un enfermo crónico de su aparato digestivo y generalmente de estreñimiento.
Casos: En septiembre de 1937, me trajeron a un joven de 15 años que había perdido la vista a consecuencia de una meningitis. Cuando lo atendí no veía, no hablaba, había perdido el conocimiento y su cuerpo estaba rígido y sin movimiento.

A las cuatro semanas de practicar mi Régimen de Salud, el enfermo recobró la vista, sus movimientos, la razón y la palabra. Esto se consiguió con mi Lavado de la Sangre al vapor cada día, tres o cuatro ortigaduras seguidas de frotaciones de agua fría en todo el cuerpo en la cama, lodo sobre los ojos y cabeza todo el tiempo, lo mismo que alrededor de la cintura. 

Ocho años más tarde tuve noticias de la excelente salud del muchacho.


Fuente: Manuel Lezaeta Acharan

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