Herpes

Herpes

Tras una primera infección, el virus herpes permanece de forma inactiva en el cuerpo humano y se reactiva en ciertas situaciones, como otras infecciones, menstruación, estrés, cambios de temperatura…

El herpes es una infección producida por el virus del herpes simple (VHS), el cual tiene la capacidad de quedarse de forma latente en el organismo durante años. Tras una primera infección, el virus permanece de forma inactiva en el cuerpo humano, y vuelve a multiplicarse, pudiendo reaparecer de forma espontánea y causar enfermedad en determinadas situaciones o por determinados factores desencadenantes: otras infecciones, menstruación, estrés, cambios de temperatura, rayos ultravioleta o traumatismos. Se estima que el VHS puede afectar a más de un tercio de la población en algún momento de su vida.

Tipos de herpes, causas y factores de riesgo


Se distinguen dos tipos de virus herpes que se diferencian sobre todo por el lugar de afectación:

  • El herpes tipo I provoca el herpes labial cuya prevalencia se estima en torno al 45% de la población. En un primer contacto entre el virus y el individuo se manifiesta en forma de inflamación de la mucosa de la boca y las encías (gingivoestomatitis), siendo muy frecuente esta forma de afectación en niños y adolescentes. A medida que aumenta la edad, la posibilidad de tener anticuerpos frente al VHS es mayor (85% en la cuarta década de la vida y cercana al 100% en ancianos).

El virus queda latente en las neuronas ganglionares para posteriormente reaparecer en forma de herpes labial. Entre los factores predisponentes para la recurrencia son la exposición solar, la fiebre, la menstruación, el estrés, los traumatismos en la zona de infección o el uso de medicamentos que modifiquen los niveles de defensas (corticoides). No es una infección grave salvo en pacientes inmunodeprimidos. Alrededor de un 20-25% tienen uno o dos episodios de herpes labial al año. Una vez que alguno de estos factores provoca la reactivación del virus, éste hace el camino de vuelta, de tal forma que regresa de los ganglios a las células epiteliales de labios o mucosa de la boca y provoca las lesiones aunque más leves que la primera infección.

También se ha comprobado que hasta un 45% de personas que no han tenido herpes labial presentan una detección de anticuerpos positiva. Esto significa que no todas las personas en contacto con el virus desarrollan la lesión. Se transmite sobre todo a través de la saliva, y por contacto directo con la lesión. A pesar de que su localización típica son los labios, el modo de transmisión por contacto directo o secreciones hace que pueda infectar otros lugares del cuerpo.

  • El herpes tipo II afecta con mayor frecuencia a los genitales (herpes genital), produciendo una lesión similar a la de los labios (vesículas). Se considera una enfermedad de transmisión sexual. Debido a esto, existe mayor incidencia de casos a partir de la adolescencia con el inicio de las relaciones sexuales. En esta época se producirá la primera infección, quedando latente en los ganglios de la zona del sacro para volver a reactivarse en determinadas circunstancias. Existe posibilidad de transmisión también aunque no esté la lesión presente.
  • El herpes tipo II se presenta en un 5% de la población aunque no hay datos muy exactos. Por su localización genital es posible que infecte a un recién nacido en el parto si la madre estuviera infectada. Si esto se conoce, es obligado la realización de cesárea. Su transmisión también es por contacto directo con secreciones, pero de esta misma forma se puede afectar cualquier otra localización.
Escrito por: 
María Dolores Tuñón
Licenciada en Medicina por la Universidad de Alcalá de Henares

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